La villa articula los espacios interiores a través de geometrías sencillas, puras y rotundas. Se accede a ella a través de una rampa y escaleras integradas en el terreno, apoyando la parte superior de la casa en un zócalo de piedra que da entrada a la vivienda. En la planta baja hay un garaje, un generoso vestíbulo de acceso junto a una gran bodega y un almacén y gimnasio. En la planta superior se encuentran las habitaciones principales de la casa, todas ellas con baño en suite y un gran espacio diáfano de más de 90m2 para albergar un espacio fluido de cocina comedor y salón en una vista panorámica de 180º del paisaje. Todo este espacio está rodeado por una amplia terraza, en cuya parte delantera cae un porche abierto de más de 50m2, proyectando hacia el exterior el interior de la casa y convirtiéndola en un espacio único. Una pieza geométrica única que proporciona unas impresionantes vistas del paisaje y que tiene de forma práctica y cuidada el programa y la funcionalidad del interior. La pureza geométrica y el diseño de la casa se traslada desde la composición arquitectónica hasta la ejecución del más mínimo detalle. Se han elegido soluciones técnicas y constructivas de última generación para trasladar a la vivienda las últimas novedades del mercado. Todo ello para conseguir una vivienda de lujo con las máximas prestaciones y con un diseño exquisito. Moraira es una pequeña ciudad con buenos restaurantes, bares y muchos supermercados alrededor. Hay una playa muy agradable justo al lado del pueblo que es ideal para las familias. El paseo marítimo ofrece unas vistas tremendas del Peñón de Ifach al otro lado de la bahía de Calpe. El camino de la costa de llegar allí es bien vale la pena hacer con algunas vistas espectaculares. Moraira situado a 1 hora 15 minutos al norte de la A7 desde el aeropuerto de Alicante es bastante fácil de llegar. Es aproximadamente la misma distancia o un poco menos al sur del aeropuerto de Valencia.